"Todos tratan de hacer algo grande..."

Me pregunto cómo es posible que me conozca tanto y tan poco a la vez. Cómo es que todo se mueve tan deprisa que apenas me da tiempo a darme cuenta de que ha ocurrido algo cuando ya está pasando otra cosa. El tiempo se me escurre entre las manos, y no hago más que quejarme de que me hace falta tenerlo para hacer todo lo que quiero. Pero me falta determinación, y constancia. Y ganas. Yo, tan entusiasta siempre, tan "chica feliz" para todos, que no hago más que pensar y pensar sobre tantísimas cosas. Cosas que sólo pueden esconderse tras sonrisas, hacer mucho el tonto y fingir que lo que pasa en tu vida no te afecta tanto como al resto de la gente. Pues no soy tan piedra como he hecho ver a los demás, y tan poco soy tan flexible que no me rompo. Lo importante es ser capaz de ser fuerte por encima de eso, de aprender a superarlo. Pues claro que te duele, imbécil, y claro que te afecta. Y por supuesto, te hunde, como al resto del mundo le podría hundir. Pero la valentía reside en que a pesar de todo, de estar en lo más hondo, seas capaz de construir una escalera con todos tus sueños, de volver a unir los retales rotos y subir, subir a lo más alto. Y si vuelves a caer, repetir el proceso. Y al final, con la práctica, se convierte en una rutina fácil de seguir. Pero la escalera cada vez será más alta. Y tu determinación más grande, porque habrá más sueños que cumplir. No te agobies, ve día a día, paso a paso y poco a poco. Porque aunque creas que te falta algo, lo tienes todo, sólo con tener corazón. Lo demás, poniendo una sonrisa, viene solo. El valiente es aquel que supera su miedo, no aquel que no tiene ninguno.


"Todos tratan de hacer algo grande, pero la vida se compone de muchas cosas pequeñas".

"Creo en el amor..."

"Fue tan importante para ti que nunca te imaginé tan lejos. ¿Cómo pudimos llegar a perdernos después de tanto tiempo?" -Shinoflow.

Ya no le doy importancia al sabor de las nubes, ahora me limito a vivir sobre ellas. A veces es mejor no ver nada, porque aunque sientas el temor, te quedan esperanzas. Una hoja más en este otoño que se oscurece con el tiempo, se mece con el viento y acaba en el suelo, a lo mejor para hacer sonreír a alguien haciéndola crujir, saltando sobre ella. Ganas de huir, y de quedarme a la vez, fuerzas para continuar, y desidia para rendirme en este mismo momento. Tal vez cuando esté más lejos que nunca comprenda que nadie tenía la culpa, que nuestras vidas son producto de lo que se nos ofrece y cómo lo utilizamos nosotros. Son un resultado, en definitiva, de nuestras decisiones.

"Creo en el amor, pero no en las personas"