Solo pedí algo de apoyo. Palabras que de verdad pudiesen ayudarme, cariño que de verdad fuese auténtico. Pero todo tiene condiciones, condiciones que no puedo aceptar simplemente con un "sí", porque si lo hiciese resultaría muy hipócrita. Nunca he tenido claro nada, ni he creído en prácticamente nada. Y cuando tengo algo claro, cuando creo en algo, siempre llega alguien, capricho del destino, o quizás sólo de esa persona, que lo jode todo. Absolutamente todo. Y vuelvo a encontrarme sin rumbo, sin creer, esperando, otra vez. Es un círculo vicioso del que no consigo huir, y me persigue a cada lugar al que voy.
Desde siempre he viajado todo lo que he podido, intentando crear nuevas vivencias en nuevos lugares, quizás un poco para olvidarme del pasado, a veces para volver a él. Pero siempre con la intención de
avanzar. Y no me malinterpretéis, quiero seguir avanzando, el problema es descubrir hacia dónde. Porque da igual lo que haga, a donde vaya, mis proyectos. Siempre termino tropezando con los demás, o peor, conmigo misma.
"El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos"